lunes, 23 de febrero de 2015

Guerrero sin rumbo.


El pasado jueves, normalistas e integrantes de la CETEG retuvieron ilegalmente esto es, secuestraron para no caer en eufemismos, a dos empleados de Coca-Cola en Chilpancingo. El rescate demandado (en todo secuestro lo hay), era la liberación de 3 normalistas arrestados un día antes por de robo de mercancías y en posesión de una camioneta robada.

La detención de los normalistas se había dado un día antes en respuesta a una llamada a en la que se reportaba el robo de mercancía. Al acudir la policía al lugar de los hechos, habría encontrando a normalistas embozados en una camioneta con reporte de robo. La empresa refresquera presentó querella por robo y los detenidos fueron presentados ante el ministerio público.

Los compañeros de los detenidos se apersonaron en el ministerio público intentando la liberación de los detenidos, con resultados infructuosos pues la policía estatal resguardaba el lugar con elementos antimotines.

Fueron pues los normalistas y la CETEG a las instalaciones de la refresquera a pedir (¿?) la liberación de sus compañeros. Cuando dos empleados salieron a dialogar es que los secuestraron.

La policía estatal realizó un intento infructuoso para liberar a los empleados de la refresquera en la que resultaron varios heridos.

Finalmente, la negociación que en las primeras horas del viernes,  logró la liberación de los empleados (terceros sin responsabilidad en el asunto) se dio con la mediación del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Guerrero.

El colofón del asunto, es que Coca-Cola declara que suspende temporalmente sus actividades en Chilpancingo por la inseguridad que representa para sus empleados mantenerse activos en el lugar.

De todo lo anterior quedan claras varías cosas:

Una autoridad estatal que lejos de aplicar la ley, la negocia ante grupos que la amedrentan y eventualmente consiguen lo que quieren.

La existencia de actores que se dicen activistas, luchadores sociales o manifestantes que se dedican al robo en el mejor de los casos y al secuestro y extorción en el peor de ellos.

La participación de la CEDDHH de Guerrero en actividades muy distintas a las de garantizar los derechos humanos de los ciudadanos pero pronta a mediar en un caso de intercambio de rehenes a cambio de sus camaradas acusados con todas las de la ley por robo. Sirvió como “negociador” para lograr que la empresa refresquera retirara la demanda de robo contra los detenidos y conseguir un intercambio que valió la liberación de los secuestrados.

Una empresa que ante los hechos cierra, por el momento de forma temporal pero que puede hacerlo de forma definitiva y en el proceso, dejar sin trabajo a varios Guerrerenses que sin transgredir la ley y sin dañar a terceros, pretenden llevar el sustento a sus familias.

Finalmente, la complicidad de los que callada o abiertamente justifica los hechos llamándolos protesta y ejercicio de la libertad de expresión cuando en realidad es pillaje, vandalismo y supresión de la aplicación de la ley por medio de la violencia ejercida contra terceros; todo ello sin un argumento, una propuesta o una demanda. Pero en todo caso, no se les ve reconociendo ni mucho menos señalando que aquí se han cometido delitos y que nada tienen que ver esas acciones con demandas o manifestaciones legales ni legítimas.

Lograda la liberación y garantizada la integridad física de los secuestrados, la autoridad no debería tener impedimento para retomar el caso de robo pues pese a que la empresa la retiró en su momento, ya que por lógica elemental y en apego a derecho, ninguna declaración obtenida bajo amenaza (como lo fue la de retirar la demanda) tiene valor legal. Pero ello no ocurrirá, la autoridad estatal esta anulada y de rodillas ante grupos gritan sus consignas exigiendo estado de derecho pero que en realidad lo violentan una marcha si y otra también.

En todo esto, la empresa pierde, la autoridad pierde, pero sobre todo, pierde la sociedad que no delinque, que no extorsiona a la autoridad y que queda siempre en medio del choque de intereses avieso.



De pilón: Los que a veces con razón y otras sin ella critican las acciones de la autoridad acusando represión cuando se trata de México, han estado particularmente callados tras lo que la semana pasada ha ocurrido en Venezuela con el enésimo mensaje de maduro denunciando un golpe de estado y el arresto del opositor alcalde de Caracas. Parece que para algunos, el respeto a los derechos solo se demanda por afinidad política y no por elemental congruencia.

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