domingo, 5 de julio de 2015

Abatelenguas.



El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (@CentroProdh) ha presentado casualmente alrededor del primer aniversario de los hechos de Tatlaya, un oficio en el que el mando militar en el lugar, instruye a operar de noche para abatir delincuentes

En no pocas oportunidades, en los partes oficiales de la autoridad que dan cuenta de las operaciones de las fuerzas federales en enfrentamiento con elementos del crimen organizado, han usado la palabra “abatidos” para referirse precisamente a esos elementos del crimen que resultan muertos en el enfrentamiento.

Con eso como antecedente, @CentroProdh ha dicho que “la orden fue abatir” y da a entender que la orden fue ejecutar, matar, asesinar.

Roberto Campa, en su carácter de subsecretario de los derechos humanos de la SEGOB ha dicho que “Abatir tiene muchas acepciones, pero ninguna es privar de la vida”

La definición de la  RAE de la palabra abatir parece darle la razón y sin embargo, la controversia sigue.

El uso de palabras rebuscadas y no pocas veces malinterpretadas no es cosa extraña en comunicados oficiales y aunque los altos mandos pudieran tener claro lo que quisieron decir, queda por saber si los elementos de tropa con menor educación entendieron lo mismo.

Pero no debería haber lugar a dudas si se considera que el mismo oficio que contiene la orden de abatir hace mención en no pocos apartados de la necesidad de operar respetando los derechos humanos y apegarse al legitimo uso de la fuerza. Esa parte no da lugar para interpretaciones o confusiones. No se puede ordenar matar según interpretan la palabra “abatir” y al mismo tiempo ordenar el respeto de los derechos humanos. La lectura del oficio completo no parece ordenar matar ni parece que la tropa entendiera que se le ordenaba matar, salvo por el uso de la palabra abatir interpretada de manera distinta a la sus al menos 10 acepciones en la RAE e ignorando además la varias referencias a derechos humanos y su respeto.

Hay en los hechos de Tatlaya bastante evidencia de alteración de la escena, hay señales de que pudo haberse matado a personas que ya se encontraban sometidas; lo que no hay es evidencia de que ello se diera merced a una orden superior. No en el oficio en cuestión, no visto en su totalidad y mas allá de una sola frase.

@CentroProdh tiene una clara simpatía por una opción política y pese a que ese solo hecho no lo descalifica, si alcanza para preguntarse si a caso hay mas interés que el de la defensa de los derechos humanos en este y otros casos.

Elementos para solicitar, demandar o exigir que el caso Tatlaya se aclare hay suficientes, sería de una bajeza terrible introducir elementos que procuren exacerbar en lugar de procurar justicia y respeto a los derechos humanos.

De pilón: El General secretario de la defensa nacional, Salvador Cienfuegos exige justicia en el caso Tatlaya pidiendo que se castigue a los soldados en caso de ser hallados culpables. Lo que no puede aceptarse es que el caso siga abierto y con ello se permita el golpeteo interesado a la institución que a falta de policía confiable, ha tenido que hacer frente a una amenaza real a la seguridad nacional.

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