martes, 25 de marzo de 2014

Como modificar una declaración ya encriptada.

Se podría pensar que cuando capturamos la declaración anual de Personas Morales y correr el proceso de Verificación, el DEM nos mostraría en la lista de errores alguna inconsistencia en digamos, la PTU declarada en el apartado correspondiente Vs. la declarada en el estado de resultados.
 
¡Pues NO!
 
¿Y que hacer si ya validada y encriptada la declaración detectas que hay que hacer una corrección?
 
Para evitar tener que borrar y volver a capturar toda la declaración podemos hacer lo siguiente:
 
* Abrir la Carpeta en la que se encuentran los archivos de las declaraciones anuales.
* Ubicar los archivos con terminación .dat y .err antecedidos por el RFC de la empresa.
* Cortar dichos archivos, guardarlos en otra carpeta de forma provisional.
* Ingresar al Programa DEM, seleccione la empresa que estará sin cantidades.(ya no estará encriptada)
* Los archivos cortados (RFC de la empresa + serie de números, con terminación .err y .dat) vuelvalos a cortar y peguelos en la carpeta donde originalmente se encontraban. Preguntará si desea reemplazar los archivos existentes, la respuesta es si a todo.
* Vuelva a entrar al Programa DEM y listo. Puede iniciar el proceso de correccin de datos.
 
Ojala les sea de utilidad.
Arturo Salinas
@rtoursg

domingo, 9 de marzo de 2014

Detras de la muerte del “muertometro”.


Durante prácticamente la totalidad del sexenio de Felipe Calderón el énfasis estuvo en “La Guerra” – Lucha o Combate – contra el crimen organizado.

Soy de los que piensan que a los criminales hay que enfrentarlos, no puede ni debe negociarse la aplicación de la ley. Es un mandato constitucional que obliga a la autoridad a hacer inclusive uso de la fuerza para preservar la supremacía del estado ante los intentos de los poderes facticos por hacerse del dominio de una región.

Dicho lo anterior, hay que sin duda decir que la narrativa del sexenio fue desde Los Pinos, centrada en cubrir esa lucha contra el crimen. Un día sí y otro también, desde el gobierno se loaban los “logros” consistentes en la detención, abatimiento, operativos contra tal o cual grupo delictivo.

Los medios tenían por contraste, la práctica, misión o consigna de señalar los fracasos y el culmen de esa misión se vio el un gran número de “muertometros” que apareció contabilizando a “los muertos de Calderón.”

Tengo la opinión de que tanto el gobierno federal, como los medios se equivocaron en sus respectivas estrategias. Que el gobierno de Calderón hiciera del combate al crimen organizado el centro de su narrativa impidió ver con el debido detalle otros posibles nichos de atención y no creo que la estabilidad economice en medio de la peor crisis mundial resiente sea poca cosa.

Por otro lado, he de decir sin más elementos que la suposición, que matar a una persona debe ser la parte más fácil de del crimen. Colgarla de un puente, ponerle un mensaje amenazante y lograr que los medios difundan la foto del muerto y el mensaje de amenaza deben ser lo realmente complicado y realmente, el fin primordial de todo el asunto.

El nuevo gobierno ha modificado la narrativa, desde la campaña advirtió del cambio que vendría. No es razonable pensar que se tratara de una estrategia que supusiera dejar de ir tras los criminales, esa sigue como debe seguir, pero ya no es el centro del discurso. Y no es que se haya derrotado al crimen organizado o que ya no se den capturas y enfrentamientos. Creo que inteligentemente, se ha dejado de hacer de ello el centro de la historia que el gobierno quiere contar. Ello me parece acertado, pues en el combate al crimen, no se puede aspirar realistamente a su eliminación total. El objetivo debe ser el de regresarlo a la clandestinidad y a hacer de él una actividad sin aceptación social. Tenerlo en el centro del discurso oficial no sirve ese propósito ni deja ver otros logros que puedan tenerse.

Por el lado de los medios se ha visto también un cambio en la manera de cubrir los hechos de sangre relacionados al crimen organizado. Las historias de esa índole, han vuelto a las páginas de la sección de policiaca de donde no me queda muy claro porque salieron para instalarse en las primeras planas.

Hacer el trabajo de “comunicación social” de los criminales no hace mucho sentido y resultó en que se puso a los profesionales de los medios en la línea de fuego de los diferentes grupos criminales.

Opino que es bienvenido el cambio por parte de los medios pero a diferencia del cambio en el gobierno que fue avisado desde antes, en los medios el cambio ha sido en silencio y sin explicaciones. Ni han reconocido un error en su pasado accionar no han explicado sus acciones pasadas.

No es que reniegue yo de la muerte del “muertometro,” es que me parece que los medios deben una explicación a la sociedad que no tiene claro porque ese cambio. Si en el pasado actuaron de buena fe y se equivocaron o si era por consigna su actuación de entonces o su silencio de ahora.

Similar o a caso mayor deuda tienen los intelectuales de izquierda que pasaron buena parte del sexenio anterior pidiendo #NoMasSangre y hoy callan. Deberían al menos intentar convencer de que su actuación no era impulsada por viles y mezquinas motivaciones político-electorales. No veo como logren explicarlo, pero deberían de intentarlo.

 

Arturo Salinas Guerrero
@rtoursg

sábado, 1 de marzo de 2014

Violencia cotidiana.

Luego de la aprehensión de "El Chapo" la semana pasada, se han dado muestras de apoyo (interesado o no) al criminal.

No cabe duda de que hay una base social detrás de la libertad con que muchas veces operan las organizaciones criminales, bien por "los favores recibidos" o por un asunto aspiracional entre quienes admiran la vida mafiosa, el derroche y el dinero que se supone disfrutan esos individuos.

Esto que les pongo, no es otra cosa que mi opinión.

Intentaré poner en palabras lo que se siente al ver como nos DESTRUIMOS unos a otros.

Digo nos DESTRUIMOS y no digo que nos DESTRUYEN otros porque infortunadamente así es... No son los narcos o los secuestradores seres de otro planeta... desgraciadamente son mexicanos como nosotros, residentes de esta ciudad como nosotros, y se dicen cristianos como nosotros.

Vamos, que el problema de violencia que vive el país no nos viene de fuera.

Quien piense que no es así que se pregunte a si mismo ¿Respeto el reglamento de transito? ¿Pago sobornos? ¿Cierro calles para hacer mi fiesta aunque moleste a mis vecinos? ¿Me adelanto en las filas aunque perjudique a los que si esperan su turno? ¿Respeto SIEMPRE a mi prójimo?

Creo que no nos salvamos... todos tenemos parte de culpa en lo que nos sucede... Todos debemos buscar contribuir a la solución de esos problemas.

Va mi opinión de lo que PARA EMPEZAR podemos hacer:

Hay más narcos y violencia en la música popular, en las novelas y en las noticias que los que hay en las calles. Pero eso, tristemente puede cambiar, y de hecho está cambiando día con día.

Los humanos estamos ligados unos a otros, somos seres gregarios. El lenguaje violento afecta nuestro mundo interno. Si el hombre se manifiesta por la palabra y por el arte, promover la violencia o escandalizar con la palabra y el arte es, pues, atentar contra el hombre mismo.

Pero suponiendo que la violencia sea cotidiana, que sea así de dominante….. ¿Porque debo seguir recibiéndola, aportándola, prohijandola en el "arte" como si fuese la única realidad?

Cuando la cultura de masas ha adoptado el lenguaje de los violentos, ese lenguaje vuelve violentos a los que en primera instancia no lo son pero que la reciben, la magnifican, la glorifican incluso y terminan por disfrutarla, por vivirla y generarsela al prójimo.

Esa realidad violenta hay que rechazarla; la que está en las calles, pero con la misma fuerza la que con mayor frecuencia y facilidad se nos presenta, la de los narco corridos, la de la violencia en el cine y en la TV. Esa violencia que si no rechazamos, está con nosotros de manera omnipresente, en la que el envenenador, asesino o secuestrador es presentado como modelo a seguir.

Como padres de familia debemos ser congruentes con nuestros hijos. Sí no aceptamos la conducta violenta en un hijo, no deberíamos tolerar que consuma "arte" violento o emplee un lenguaje violento.

Las Iglesias pueden ser más firmes con sus fieles y recordarse a si mismas que no están llamadas a ser las que cuenten más adeptos sino que están llamadas a divulgar y a promover la paz oponiéndose a la violencia.

Y no hay que olvidar a los empresarios que promueven esas expresiones "artísticas". La sociedad no es solo fuente de sus ingresos monetarios; en esta sociedad viven ellos mismos y sus seres queridos. Promover su descomposición no tiene sentido.
Ellos también tienen una responsabilidad social.

Tenemos todos la capacidad de incidir para bien o para mal en la sociedad que vivimos. Hay que hacer que las cosas pasen y no solo esperar y dejar que nos pasen.



Arturo Salinas Guerrero