El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido objeto de críticas significativas en relación con su estrategia de seguridad. A pesar de su promesa de disminuir los índices de violencia e inseguridad mediante una estrategia conocida como “Abrazos, no balazos”, los datos muestran un panorama preocupante.
Durante su gobierno, se han registrado más
de 30 masacres, y estados como Veracruz, Michoacán, Guerrero, Morelos, Sonora,
Chihuahua, Oaxaca, Tamaulipas, Jalisco, Guanajuato y Zacatecas han sido
escenarios de terribles masacres. Además, se ha registrado un aumento en el
número de muertos. Según los datos más recientes, se han registrado durante
esta administración, 187,695 homicidios dolosos superando las cifras de los
gobiernos anteriores.
La estrategia de seguridad de AMLO se basa
en ocho ejes, entre ellos destaca la creación de la Guardia Nacional. Sin
embargo, a pesar de estas medidas, la violencia y la inseguridad persisten.
Esto plantea preguntas sobre la eficacia de la estrategia de seguridad y si
realmente está abordando las causas subyacentes de la violencia en México.
Además, ha habido críticas sobre el enfoque
del gobierno hacia la responsabilidad política. Aunque los simpatizantes de
AMLO a menudo insisten en que las críticas y demandas por mejores resultados
son un "uso político" de los problemas de seguridad, al mismo tiempo,
no dejan de mencionar lo ocurrido en sexenios anteriores. Este doble estándar
puede es una forma de intentar evadir la responsabilidad por los problemas
actuales.
Los datos sugieren que las medidas han sido
insuficientes cuando no contraproducentes para abordar la violencia y la
inseguridad en México. Lejos de reconocer estos hechos y desafíos de manera que
se tomen medidas adicionales para abordar las causas subyacentes de la
violencia, Sheinbaum no ve falla alguna y solo promete continuar con lo mismo.
Al mismo tiempo, es importante que como ciudadanos reconozcamos que el gobierno
y sus simpatizantes no tienen aquí un enfoque equilibrado y responsable hacia
la crítica y la rendición de cuentas.
De pilón: Si guardáramos un minuto de
silencio por cada persona asesinada en lo que va del sexenio, estaríamos en
silencio durante 130 días, 8 horas y 15 minutos… Sin embargo, como no sea para
hablar solo del pasado, los simpatizantes de AMLO han guardado silencio total
sobre los asesinatos del sexenio.