La democracia es mucho más que un gobierno de la mayoría. Es también defender los derechos de las minorías, los derechos del individuo y limitar el poder.
En las ultimas semanas, hemos sido testigo de la resistencia que principalmente la CNTE ha opuesto a la reforma educativa.
La sección 22 de Oaxaca tiene una larga historia de combatividad. Si bien al principio identificada contra el sindicalismo charro del SNTE, durante muchos años ya, la percepción es que lo que se defiende son beneficios irracionales, canonjías y prebendas de las que muy pocos trabajadores en el mundo pueden presumir.
En una democracia, la regla de oro es que la mayoría manda. Pero esa no es la única regla de una democracia. Sin duda, debe garantizarse que la voz de las minorías se escuche y tratándose de derechos inalienables, que estos se respeten y protejan con independencia de las voces mayoritarias que puedan demandar su supresión.
Volviendo al tema de la CNTE (minoría en el asunto), nadie puede decir que su voz no ha sido escuchada. Podrá haber quienes digan que ello es solo a causa de los plantones (totalmente legales) y bloqueos (cuestionablemente legales) o inclusive, actos vandálicos (deicidamente ilegales). De cualquier modo, se les ha escuchado.
Ahora, en cuanto a lo que hace a la protección de sus derechos, bien harían ellos y quienes los apoyan en señalar puntualmente cuales derechos perciben se vulneran y se discuta con la sociedad que les paga sus sueldos vía impuestos y a quienes desde hace 20 años no le han dado la contraprestación correspondiente en un ciclo escolar completo, si de verdad hablamos de derechos laborales o lo que se defiende es indefendible.
Vamos. El tema que quiero tratar no es ese. El tema es el doble racero que se aprecia en el lenguaje (hasta ahora solo en el lenguaje) cuando se trata el tema.
Abundan referencias de quienes acusan llamados a la violencia, campañas de odio e inclusive terrorismo cuando alguien se atreve a cuestionar los métodos de protesta de la CNTE y por ello llamar a la aplicación de la ley. Por otra parte, ante la reciente aprobación de la LSPD en la cámara de diputados, muchas veces los mismos individuos que acusaron terrorismo de quien se atrevió a pedir aplicar la ley, participan ahora en una campaña de elaboración y distribución de listas de traidores en las que se incluye a los legisladores que votaron a favor de dicha ley.
Creo firmemente en que el sentido del voto de los legisladores debe ser siempre transparente, de haber reelección (como en casi todo el mundo) ello permite al votante determinar el sentido de su voto futuro por la ratificación o remoción del legislador... Aquí, sin reelección, puede aun servir para identificar al partido político y hacer lo propio en las elecciones siguientes.
Pero mucho trecho separa la transparencia en la información del sentido del voto, de una "lista de traidores" como la que ahora circulan los que llaman a respetar el derecho de disentir de la CNTE y no lo toleran en los demás.
Montados en su percepción de superioridad moral, se han quejado durante años del termino "Un peligro para México" en la campaña electoral del 2006; pero ellos desde entonces y hasta la fecha, han llamado "moralmente imposibles", "conservadores más despiertos" y con mayor frecuencia "traidores", "traidores a la patria" para mayores referencias, a quienquiera que disienta de ellos.
Como dijo el usuario de Twitter @Berfree "apenas es el empiezo...."
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